Nosotras, la Marcha Mundial de las Mujeres, luchamos juntas en contra de las causas de la pobreza y de la violencia sexista. Diez años después de nuestro primer Encuentro Internacional, nos reunimos en Panxón, Galicia, entre los días 14 y 21 de octubre del 2008. Aquí estuvimos 136 mujeres de 48 países de todos los continentes, para construir propuestas en torno a nuestros campos de acción: paz y desmilitarización, bien común, violencia hacia las mujeres, trabajo de las mujeres.
Durante estos siete días también nos juntamos con muchas hermanas gallegas y con hombres que nos apoyan, en un foro público de debates y una feria para defender la soberanía alimentaria y la autodeterminación de las mujeres. Además, más de cinco mil personas se manifestaron alegremente en las calles de Vigo el domingo 19 por la mañana. Al sonido de las batucadas, en todos los idiomas, creamos ritmos por los derechos de las mujeres, contra el machismo y por la paz.
Nuestras luchas se dan en un contexto de ofensiva de los sectores conservadores, los integrismos religiosos de todos los tipos, incluido el comunalismo, la criminalización de la protesta, la negación del derecho de los pueblos sobre sus territorios, la creciente militarización y la violencia, implementados por los gobiernos, que utilizan como excusa “la guerra contra el terror”.
El patriarcado, el capitalismo, el racismo son tres sistemas que se articulan para controlar nuestros cuerpos y nuestras vidas. Tanto en el Sur como en el Norte sus instituciones –gobiernos, grandes empresas, religiones– quieren impedir que alcancemos nuestros derechos e intentan quitarnos los que hemos conquistado.
Después de las crisis alimentaria, energética, medioambiental y ética, la crisis financiera evidencia el carácter especulador, expoliador y neocolonialista de estos sistemas. Una vez más, el Estado es llamado a subordinarse a los intereses del capital financiero y de las multinacionales, abandonando a los pueblos y socorriendo el mercado.
Juntas actuamos de forma permanente en la resistencia y en la construcción de alternativas basadas en la paz, la justicia, la igualdad, la libertad y la solidaridad. En el 2010 haremos escuchar aún más fuerte nuestras voces entre el 8 de marzo y el 17 de octubre. Marchas de muchas formas, colores y ritmos abrirán nuestro calendario de movilización y celebrarán los cien años de la declaración del Día Internacional de las Mujeres. Marchas y otras acciones simultáneas alrededor del mundo en torno al 17 de octubre se sumarán a nuestra presencia en Sud Kivu, República Democrática del Congo.
Entre el 8 de marzo y el 17 de octubre realizaremos muchas acciones como, por ejemplo, afirmar los derechos de las trabajadoras domésticas y de las campesinas o rechazar la promoción de la industria de la prostitución en la Copa Mundial de Fútbol en Sudáfrica.
Nuestra actuación sobre varios temas es nuestra referencia para evidenciar las causas y los intereses que impulsan la militarización. Denunciamos la explotación de nuestras riquezas por las multinacionales que empobrecen a las poblaciones más vulnerables. Impugnamos la responsabilidad de los Estados en el desarrollo de la industria armamentista, que conduce a la violencia hacia las mujeres.
No aceptamos que las riquezas naturales de un pueblo sean motivaciones para los conflictos bélicos. No aceptamos ni intervenciones ni amenazas de las potencias imperialistas en la soberanía de otros pueblos. ¡No aceptamos que el cuerpo de las mujeres sea un botín de guerra!
¡Estaremos en marcha hasta que todas seamos libres!