Caminos entrevistó a Karina Macías, quien viajó a La Habana con la Caravana de Pastores por la Paz en julio del 2011. Nos la presentó un amigo de los años, mexicano, que, entre otras cosas, siempre se encarga de los trámites de la aduana mexicana para traer la ayuda de Pastores desde Tampico. Karina es 132.
Por un frente de lucha social
Me llamo Karina Macías y participo en el Movimiento 132 de Tampico, que está adherido al Movimiento 132 a nivel nacional. En México los jóvenes siempre han mantenido una lucha social, pero esta generalmente se ha visto un poco replegada, aislada de otras luchas sociales: ha sido más reprimida que reconocida.
Entonces, de pronto nace esta nueva intención de volver a imponer el gobierno de setenta años del priismo, y se prepara esta figura llamada Peña Nieto en seis años a lo mucho. Primero lo hacen gobernador del Estado de México, que es uno de los estados más importantes de la República Mexicana, lo relacionan con figuras de la vida pública: su actual esposa es una actriz mexicana muy conocida. Comienzan a manipular su imagen de hombre guapo, y a meter la imagen, la imagen, la imagen.
Y los jóvenes reaccionan ante la imposición. Cuan-
do ya viene toda esta temporada de las encuestas, que es antes de la temporada electoral, empieza a haber encuestas de quiénes van a ser los presidenciables. Entonces viene esta campaña de las televisoras a inflar las encuestas y a imponerlo a él al tope, arriba, arriba, arriba. Todo el mundo se da cuenta de que querían que regresara el priismo en México y que las encuestas estaban manipuladas por las televisoras. Era como una corriente a voces.
Peña Nieto empieza su campaña y va a la Universidad Iberoamericana, que está en el Distrito Federal. Es una universidad de clase media alta, son jóvenes con buenas posibilidades los que pueden entrar a esta universidad. Y el recibimiento que le dan a Peña Nieto es el que está en los videos de Youtube: es evidente el rechazo que le hacen a su llegada. Pero al día siguiente los periódicos y toda la prensa dicen que él no fue rechazado, que era un grupo de ciento treintiún jóvenes acarreados por el perredismo.
Entonces estos jóvenes hacen un pequeño documental donde dicen que son ciento treintiún jóvenes que no son acarreados y enseñan sus credenciales de que efectivamente son estudiantes de la Iberoamericana. De ahí nace el movimiento Yo soy 132, porque los demás mexicanos decimos: Bueno, si ellos son ciento treintiuno, todos nosotros somos el ciento treintidós y nace este boom a nivel nacional. Son millones de jóvenes en las calles, en todos los estados de la República. Yo creo que en todos hay un 132, en una ciudad u otra.
El movimiento nace de ellos, de una clase media alta, pero al correrse a los estados, se engloban jóvenes muy diversos. Comienza siendo un movimiento estudiantil, pero al correrse al nivel nacional se suman jóvenes que no son estudiantes: las luchas sociales que ya había en la República se suman a Yo soy 132, y decimos “todos somos 132”, que es la consigna.
Antes de las elecciones, la lucha era por el no a la imposición, o sea, creíamos que podíamos llegar a que el gobierno, al ver el descontento de la población, estimara que no había posibilidades de imponerlo y que se dieran unas elecciones democráticas. Pero a pesar de las protestas constantes —yo creo que hay marchas nacionales tres veces a la semana con millones de personas en las calles— viene la imposición y gana Peña Nieto las elecciones.
Entonces, como te decía, se suman otros movimientos en el transcurso de esta lucha. El primer movimiento nacional que se suma a la lucha es el movimiento de Atenco, que son unos luchadores sociales aguerridos, fuertes, que fueron reprimidos precisamente por Peña Nieto cuando él era gobernador del estado. Se suma la lucha de Atenco a Yo soy 132, marchan en las calles junto con ellos y luchan hombro a hombro.
Ahora que pasaron las elecciones, al menos en Tampico, 132 es un movimiento más dentro del frente social que está luchando. En México están los de la comisión de electricidad, están los sin pueblo, muchas organizaciones sociales que se suman al movimiento. Y en Tampico somos varios colectivos. Hay gente, población en general, y estamos los estudiantes en 132, aunque ya yo terminé, soy egresada de la universidad.
¿Qué estudiaste?
Estudié Informática Administrativa en la Facultad de Comercio. En el movimiento participan otros jóvenes que no tienen la posibilidad de estudiar e incluso los padres de esos jóvenes incluso también están participando. Y hay otro 132 formado exclusivamente por estudiantes académicos. Hay otro movimiento que se llama Tampico Despierta integrado también por estudiantes y personas en general, y otro colectivo que son los miembros de la colonia Mano con Mano, que es una colonia que también fue reprimida, sus tierras les fueron arrebatadas hace tres años. En Tampico, además, se suman ellos también a la lucha diferentes comités y colectivos que se han venido creando a lo largo de la lucha. Ahora estamos tratando de constituir un frente social de lucha, ya no contra la imposición, sino con lo que sigue.
Te comento que es una lucha muy general, en la que hay jóvenes de todo tipo: la diversidad es muy, muy amplia y eso hace un poco más difícil organizarnos o articularnos. Yo creo que ese es uno de los retos a superar en la lucha social: lograr la articulación más allá de las diversidades.
¿Hay puntos concretos que faciliten esa articulación ahora mismo?
Tratamos de buscar los comunes denominadores entre todos. Dentro del movimiento Yo soy 132 hay gente de derecha, hay gente de izquierda, hay quienes no tienen partido y hay los que ya venimos haciendo una lucha social hasta cierto punto anticapitalista, que no es el caso de 132, que apenas se declara antineoliberal.
¿Qué otras conexiones puede haber con movimientos de lucha de más tradición en México, como el zapatismo?
Me atrevo a decir que los indígenas tienen una conciencia mucho más evolucionada que las clases medias altas. Entonces ellos sí se permiten la oportunidad de decir: luchamos hombro con hombro con el movimiento zapatista. Atenco forma parte de la Otra Campaña, y los zapatistas salieron de Chiapas hasta el DF a apoyar a Atenco. Le dieron el hombro a Atenco, pues. Entonces Atenco es totalmente simpatizante de la Otra Campaña. No se puede decir lo mismo del 132, ya que, como te comentaba, nace de una clase social media alta que se declara antineoliberal, pero no anticapitalista. Hasta cierto punto ese ha sido uno de los conflictos que ha planteado la diversidad en el seno del movimiento, porque muchas personas ven a la Otra Campaña, el movimiento de Atenco, al Ejercito Zapatista, como un movimiento demasiado radical.
Se dice que esta euforia del 132 puede ser una lucha espontánea que no dé para mucho. Entonces nosotros creemos que la lucha puede evolucionar de ser espontánea a ser articulada con otros movimientos.
Lo cierto es que jóvenes que se habían mantenido en la apatía, en el rezago, en la manipulación de los medios, ahora están como tratando de hacer lucha social y están saliendo a las calles. Yo creo que es responsabilidad de los jóvenes que ya tenemos ciertos años en la lucha social no permitir que esos jóvenes regresen al rezago mental en el que se encontraban antes y seguir echando, ahora sí, para que sigan en las calles y todos podamos lograr un cambio verdadero, no nada más en el sistema político de nuestro país, sino en los sistemas sociales, en la evolución de la conciencia de los jóvenes en México.
Una última pregunta:
¿qué haces en Cuba?
Bueno, a Cuba vine por una invitación, pero más que nada vengo a aprender, digamos. Cuba para mí es un ejemplo. Tengo ciertos conflictos con algunas partes de su sistema político, pero en sí es un ejemplo y una esperanza para todos los países del mundo.
Yo también participo en algunos movimientos de lucha ecológica. Ayer asistí a una conferencia y me explicaron cómo es la sustentabilidad en Cuba. Estoy muy orgullosa, no nada más como luchadora social, sino también como ser humano porque, como le comentaba yo a la ponente, en México tenemos que luchar contra el gobierno para poder lograr sustentabilidad, y las personas que luchamos por la sustentabilidad somos pocas. A la gente en México le han metido la idea de que el desarrollo social tiene que ir por encima de la sustentabilidad, entonces toda la destrucción y la devastación la disfrazan de desarrollo social y la gente lo justifica. Entonces las personas que decimos no, no puede ser de esta manera, tenemos que luchar contra el gobierno para poder lograr un poco defender la tierra, y luchar a veces contra algunas personas de la sociedad que se oponen, con su ignorancia, a nuestra forma de pensar.
¿Viniste con Pastores por la Paz?
Si, vengo con Pastores. Pastores por la Paz es una organización con la que participo desde hace varios años. No había venido nunca a Cuba, siempre en Tampico los recibimos. Nosotros tratamos de poner nuestro granito de arena en lo que es la logística del evento de bienvenida que se les da en Tampico, y era lo que básicamente veníamos haciendo estos años. Esta ahora es la primera vez que vengo a Cuba.