Este número de Caminos rinde homenaje a los hombres y las mujeres que hace cinco siglos se atrevieron a mirar de frente a su fe y a su Dios y a proclamar lo que veían sus ojos y sentían sus corazones. Su experiencia de fe y su encuentro con las Sagradas Escrituras, en el inicio mismo de una nueva época, constituyeron una nueva comprensión de lo que significa ser cristiano y ser Iglesia de Jesucristo. Nos sumamos así a la conmemoración de la Reforma protestante que tiene lugar en todo el mundo.
A la vez, no hemos querido hablar solo de lo que pasó entonces, sino que haciendo nuestra la consigna de semper reformanda, hemos tratado de reflejar visiones actuales, de cristianos cubanos y de otros ámbitos, sobre la vigencia de la Reforma, el ser protestante hoy y el ecumenismo, ese tema imprescindible y cada vez más actual del cristianismo. Este no es un número conmemorativo de una Reforma muerta, sino un llamado a la reflexión y al debate acerca de cuestiones que aquel movimiento nos sigue planteando en la actualidad, un llamado a una permanente renovación, a una puesta al día de nuestra fe en el contexto específico de nuestra sociedad y, en ella, de nuestro movimiento ecuménico.
Así, aparecen aquí semblanzas de grandes reformadores, repercusiones de la Reforma, textos que la contextualizan en nuestros tiempos y nuestras tierras y que constituyen provocaciones al pensamiento y la acción. En el caso cubano, hemos privilegiado la inclusión de participaciones en dos importantes eventos celebrados en fecha reciente: el Portal Ecuménico, la más reciente iniciativa del movimiento ecuménico cubano, y el inicio del la celebración por los quinientos años de la Reforma protestante.
Por supuesto, por su misma naturaleza, esta es una antología incompleta. Se encuentran aquí interpretaciones, opiniones, tanteos, incluso contradicciones. Bienvenidas sean, como espuelas a nuestra militancia cristiana y al llamado del Consejo de Iglesias de Cuba y el CMMLK de que nuestra realidad es la diversidad, no la división.