… le brinda al lector un dossier sobre la integración latinoamericana. Para la conformación del mismo partimos de la amplia información con la que cuenta el público cubano sobre el tema. De ahí que se pretenda mostrar algunas de las complejidades y problematizar los diversos procesos integracionistas que se desarrollan en la América Latina, sin pretender agotarlos.
El dossier se inicia con dos trabajos que, de un lado, describen los diversos y contrapuestos procesos de integración que pugnan por concretarse en la América Latina, y el antagonismo de base entre los mecanismos integracionistas al servicio de los intereses imperiales y el intento de estructurar un mecanismo de defensa de los intereses de los pueblos de la región. De otro lado, destacan la importancia de la oportunidad histórica que vive el continente de lograr su segunda independencia, valorando las potencialidades y riesgos de ese escenario para las prácticas políticas de los movimientos populares.
Dos proyectos diferentes y complementarios se analizan con más detalle en estas páginas: la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), con sus logros, alcances, potencialidades y tensiones, así como con la oportunidad que brinda para la confluencia entre las prioridades de los movimientos sociales y la de los gobiernos miembros; y el Tratado de Comercio de los Pueblos, presentado mediante una compilación de documentos propositivos del gobierno boliviano, que dan cuenta de una lógica integral para un nuevo tipo de relacionamiento entre los países del área en los procesos de cooperación regionales y en la relación económica con Europa.
Para el abordaje del tema de la integración seleccionamos, entre varias aristas posibles, dos de gran significación en la coyuntura actual. La primera es la propuesta de constitución del Banco del Sur que, al momento en que se edita este número de Caminos, está en la etapa de discusión final de sus estructuras, funciones y principios. El criterio de selección de este punto responde a que el Banco resulta un paso vital para deshacer la dominación financiera que tipifica al neoliberalismo, en tanto plantea un mecanismo autónomo que permitirá financiar proyectos favorables a los pueblos de la región y erigirse en mecanismo eficaz de autonomía financiera respecto al Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
El segundo asunto, que puede parecer más lejano con respecto al tópico de integración es, sin embargo, de suma relevancia. Los acuerdos de libre comercio propuestos por la Unión Europa son un frente de batalla político para quienes impulsan la integración latinoamericana. Dichos acuerdos, que se pretenden distintos al ALCA y los TLC propugnados por los Estados Unidos, surgen de la misma raíz de dominación imperialista. De ahí la importancia de que se tome conciencia sobre los desafíos políticos que representan las intenciones europeas para la integración soberana de Nuestra América.